Y no aquí de lugar, sino aquí de ahora, en esta situación. ¿Cómo he llegado a verme envuelta en esta situación?
Son muchas las veces en que nos sentimos ridículos, patéticos, infantiles, inmaduros, raros y, curiosamente, fuera de lugar.
Fuera de lugar.
Ilustración inspirada en el cuento ¿infantil? de Andersen, El patito feo. |
Ahí está la clave.
Porque algunas veces (que no todas, por supuesto) si nos paramos a reflexionar un momento; si detenemos el constante análisis introspectivo propio de los neuróticos, podemos analizar el contexto. Y así, darnos cuenta de que no estamos siendo ridículos, ni inmaduros, ni raros... La que resulta ridícula, patética e infantil podría ser la situación en sí.
No todo es culpa nuestra siempre; la autoatribución no es la fórmula mágica que da respuesta a todos los interrogantes que se nos presentan, compañeros neuróticos, a veces los demás están más locos que tú.
Y, si me equivoco, que venga aquí Hans Christian Andersen y os explique "El patito feo".
Mientras tanto, la canción que da título a este post bastante optimista para lo que hasta ahora está siendo el blog... ¿No opináis?
"Here", de Alessia Cara
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