domingo, 4 de diciembre de 2016

Mi querida España, ¿quién bebió tu sangre cuando estabas seca?

El pasado fin de semana, Fernando Trueba llegaba a la cartelera con su última película: La Reina de España. Y lo hacía con altas expectativas, siendo la película que más salas de cine alcanzó en el país y habiendo sido muy extensa su promoción las semanas previas al estreno. Además de ser una esperada secuela para todos aquellos que se enamoraron de La niña de tus ojos (nominada en su momento a 18 premios Goya y ganadora de 7 de ellos, incluyendo mejor película, y mejor actriz protagonista para Penélope Cruz.

Fernando Trueba y Penélope Cruz

Sin embargo, un exhaustivo boicot a través de las redes sociales, por parte de todos aquellos muy españoles y mucho españoles cuya piel se eriza cada vez que oyen el himno y cuyas lágrimas se derraman cada vez que ven la bandera bicolor, ha logrado accidentar el esperado debut del filme.

Imágenes como esta han sido virales en las redes sociales y difundidas por "celebrities" como el ¿torero? (¿se dice así no?) Fran Rivera

Imagen para el boicot a la cinta de Trueba, desde el Twitter del torero Fran Rivera


Pero, ¿cómo empezó todo?
En el año 2015, el cineasta recibió el Premio Nacional de Cinematografía 2015 y en su discurso de agradecimiento sembró el caos, los titulares rezaban: Fernando Trueba: "Nunca me he sentido español".
 

En realidad, el discurso fue una sátira (en el hilo de la que podéis leer en "Imbéciles felices" por Antonio Rico para Revista Mongolia) sobre todo lo "patrio" y lo "nacional". Con frases tan acertadas, para mi gusto, como:

"Debo confesar que, culturalmente, Cervantes me gusta, pero no más que James o Balzac. Me gusta Velázquez, pero también Rembrandt. La música que me gusta es el jazz. Debo estar equivocado. Tengo conflictos con la palabra nacional".

Y también fue una reivindicación política y cultural, dirigiéndose a los polítcos dijo:
 

"Sueño con televisiones públicas, organismos independientes y cosas al servicio de los ciudadanos. Y pido que no sea a cambio de nada, simplemente porque pagamos nuestros impuestos."

Y, aquí, una servidora, lo secunda.

Aún con todo, un par de titulares sirvieron para reafirmar en su posición a todos aquellos que consideran que el cine español está lleno de rojos y que los profesionales que osan criticar al gobierno son unos desagradecidos a los que habría que quitarles el dinero recibido y expulsarlos del país...
El fuego comenzó en las redes sociales, alimentado por el eterno debate sobre las subvenciones del gobierno al cine en España... A la CULTURA ESPAÑOLA (española de España, queridos patriotas).
Pero, hasta donde sabemos, las películas del cineasta se han valido de las subvenciones para ver la luz, ni más ni menos que las de otros directores.
Y Fernando Trueba recibe dinero público por ser un artista que trabaja en España, no por ser un patriota.
 

Así que el boicot sólo se debe a esos titulares tendenciosos, a la manipulación mediática y, sobre manera, a los "imbéciles felices" de los que habla Antonio Rico.

El debut de La reina de España fue un fiasco en cuanto a venta de entradas y recaudación, teniendo en cuenta las altas expectativas del filme.
 

Parece que el boicot a Trueba ha triunfado.
 

Sin embargo, yo no creo que la escasa asistencia a las salas de cine para ver esta película se deba a un boicot.

Voy a lanzarme a la piscina y utilizar mis dotes de adivinación:
1) Dudo muchísimo que cualquiera que haya participado del hastag BoicotATrueba hubiese tenido intención en algún momento de ver la película.
2) Es más, dudo que cualquiera de ellos haya visto alguna película de Trueba.
3) Y, ¿qué cojones? Dudo que si las han visto las hayan entendido.


Pero, obviamente, no todos los que no han ido a verla se han movido por ese inexplicable y poderoso sentimiento patriótico que no les ha dejado más opción que resistirse a ir al cine...

Muchos no han ido a verla por simple falta de interés.
Porque, en esta España, una, grande y libre; hay falta de interés por nuestra propia cultura. Por nuestro arte.
Hay falta de interés por el cine español.
Hay falta de interés por el cine europeo, por el cine independiente, por el cine latino, ... Y la lista continua.
En definitiva: hay falta de interés por cualquier película que no sea una superproducción hollywoodiense. Un producto lleno de caras conocidas, a poder ser, solamente conocidas por su trabajo y no por sus opiniones. Cintas repletas de efectos especiales. Y con lo que más nos bombardeáis desde USA últimamente: secuelas, precuelas, remakes y spinoffs. Y es que todo eso, a los patriotas y a los no patriotas, parece volvernos locos.


Ahora, aprovechando los rescoldos de las hogueras, también se quiere quemar al gran actor lucense Luis Tosar.
Coincidiendo con el boicot a Trueba, llega a nuestras pantallas 1898: Los últimos de Filipinas cinta de Salvador Calvo con Tosar como protagonista. 




Cartel promocional de la cinta de Calvo
Y, de nuevo, los defensores del honor patrio, pretenden boicotear a este filme; no por su contenido, porque ¿qué sabrán ellos de qué va? Sino por las declaraciones del actor sobre los conceptos de "patria" y "patriotismo" (recogidas más adelante).

La película aborda uno de los temas más olvidados de la historia de España. En 1898, cincuenta soldados españoles llegan al pueblo de Baler, que había sido atacado por sublevados nativos, opositores a la presidencia española (recordad que para los nativos aquella era su tierra, la que les quitamos). Los soldados españoles, en nombre del imperio y la patria, sufrieron un sitio de 337 días, repleto de miserias, abandonados por su país, que estaba cediendo a los Estados Unidos la soberanía sobre Filipinas.
Cuando los nativos informaron a los soldados, no quisieron creerlo y continuaron resistiendo... Fueron llamados los últimos de Filipinas.


Dado el tema de la película y la actual polémica con Trueba, a Tosar no le ha quedado más remedio que opinar sobre el concepto de "patria". Aquí algunas de sus declaraciones en El Mundo y El Español, las que más han ofendido a los cuñaos de turno:

"Creo que cuando la palabra patria o patriota empieza a levantar ampollas es porque, realmente, tenemos un problema de identidad entre todos bastante gordo."

"Hay cosas mil veces mucho más importantes que cualquier cosas que tengan que ver con la patria."

"A Trueba no se le entiende bien o no se le quiere entender"

"Hay mucha crispación en el ambiente y la gente no quiere entender lo que se dice"

"Trueba es de los mayores estandartes de nuestra cultura y lo es también fuera de aquí (...) hace un cine muy español con éxito aquí y allí."

"Hay una crisis de identidad gorda. La gente necesita algo a lo que agarrarse y la patria es uno de los primeros asideros."

"No es que sea muy amistoso hacia los términos de patria y patriotismo... También los militares se han apropiado de la palabra patria y han hecho atrocidades en su nombre".

Yo no puedo estar más de acuerdo con estas declaraciones... 
Pero, y ¿vosotros?
Queridos "imbéciles felices de haber nacido en algún lado", ¿es esto atentar contra la patria?

Para terminar y no faltando a la costumbre, la canción que pone título a este post: Mi querida España, de Cecilia. Aquí la versión sin censura, con la letra original, que es bastante más crítica de lo que pudiera parecer a priori. 

Esta vez, también quiero compartir otras canciones, que me han ido viniendo a la mente según escribía este texto.

De Pedro Guerra, Extranjeros. Aquí alguno de sus versos:


Por ser como el aire su patria es el viento
por ser de la arena su patria en el sol
por ser extrajero su patria es el mundo
por ser como todos su patria es tu amor.

Recuerda una vez que fuimos así
los barcos y el mar la fe y el adiós
llegar a un lugar pidiendo vivir
huir de un lugar salvando el dolor.


Gente que mueve su casa
sin más que su cuerpo y su nombre
gente que mueve su alma
sin más que un lugar que lo esconde. 

Es ese verso destacado el que me lleva a la siguiente canción: El Emigrante, Juanito Valderrama.
Una canción que me resulta especialmente emotiva a nivel personal y que, además, nos recuerda lo que dice Guerra, que "una vez fuimos así", nosotros, el pueblo español.

Para terminar, un tema del cantautor León Benavente, que refleja a la perfección cómo veo ahora mismo, apenada, esta "nuestra patria": Todos contra todos.

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